El cimbronazo que provocó el desplazamiento de dos colaboradores directos del rector de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT), Juan Alberto Cerisola, aún persiste. Y como ocurre en todo terremoto, los movimientos telúricos continúan con menor intensidad, hasta que las denominadas placas tectónicas se reacomodan.
En el plano universitario sucede algo similar, producto del revuelo que generó la separación de la secretaria Académica, Susana Maidana; y del secretario de Posgrado, Edmundo Bórquez, este último de fuertes lazos políticos con el diputado nacional Luis Sacca (UCR).
Una semana después de esos alejamientos, el gabinete cerisolista será completado con el acto de asunción de las nuevas autoridades. En la ceremonia prevista para las 11 jurarán en sus cargos Edgardo Cutín, como secretario Académico; y María Laura de Arriba, como secretaria de Posgrado.
También está previsto que asuma como nuevo subsecretario de Política Administrativa y Gestión Miguel Carletti, quien se desempeñaba como consejero superior por el estamento de los graduados.
Cutín ostentaba el cargo de secretario de Posgrado de la UNT. Es Doctor en Química, y director del Instituto de Química-Física, dependiente de la Facultad de Bioquímica de la UNT. En tanto que De Arriba se desempeñó como presidenta alterna del Consejo de Posgrado en la Secretaría de Posgrado.
Tras los desplazamientos -se produjeron el sábado 15- las conjeturas se fueron multiplicando con el paso de los días. Hay un sector en la UNT que cree que los alejamientos de Maidana y Bórquez fueron digitados por La Cámpora, a raíz de que los ex funcionarios estaban vinculados al diputado Sacca. Especulan que con los desplazamientos, Cerisola le habría enviado un mensaje al legislador radical, con quien mantiene una sociedad política cada vez más endeble. Otra teoría que circuló por los pasillos del Rectorado es que Cerisola querría reformar el estatuto para ser re-reelecto y no querría tener en su gabinete a funcionarios que están en contra de esa intentona.